Lucía pinta en el aire, en un alto mirador
La tarde le da pinceles vestidos de luz y sombras
Cuando sube son sus manos aletargadas alondras
Cuando baja es un lucero en alas de un ruiseñor.
Cuando la luna surgía en un cielo de amarantos
Lucía tomó una caja de zapatos sin estrella
Y en ella, con maestría de dulcísimos encantos
De las mil flores al campo, le capturó la más bella.
Es una flor rosada como un lucero
Con gotas de rocío como diamantes
Rodeada de hojas verdes y refrescantes.
Y ya no fue sino luz, al abrir el botinero
Pues la caja sin destino se convirtió en un florero
Y la bota fue una rana con el barro del sendero.
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