Triste en la tarde el corazón dormido
Miró los verdes que en el prado eran
Y trepando hacia la alta primavera
La magnolia le habló desde los nidos.
La navidad llegaba sorprendente
¡La eternidad inmanente!
Al establo sagrado
Sucedió la visión de un silencioso
Holocausto de niños masacrados
En el follaje verde y rumoroso
Las fiestas navideñas florecían
Y niños como pájaros caían
Desde el vientre del tiempo decadente
Hasta los hondos brazos de la muerte
Será el verano y volverán los ríos
Al quicio azul de la ventana abierta
Correrán las mañanas de esmeralda
Hacia la suave calma de la siesta
Será el verano y llegarán las lluvias
Y serán los violetas del ocaso
Y paseará en sombrilla la alegría
Con blanco y suave paso
Por la ribera que hasta ayer moría.
Será el verano de los durazneros
Y las magnolias florecidas.
Mi mano se abrirá y en ella el tiempo
Se llenará de vida.
Y serán de los vientos los rumores,
Los cálidos albores,
La dulce inclinación de los granados
Los paseos callados
El verano será y habrá en las frondas
Silenciosos tesoros escondidos
En cada luz, en cada hojita, en cada nido…
Deja un comentario