Pasó el mar,
El mar el mar el mar,
Sus brazos infinitos
Sus azules besos en los días.
Y los caminos después,
Pasaron todos,
Arbolados y desiertos,
Entre la sed y la posada.
De mariposas y tigres
En la sorprendida alegría
De la soledad.
Todo pasó
Por mis venas
Y mis sienes
Y mis ausentes
Y mis licencias
Distracciones
Silencios
Intimidad sin paredes
Mentiras sin piedad.
Todo pasó
Película de una tarde
Adiós
Adiós
Amigos y caballeros andantes
A Dios.
María Rosa Meléndez
Deja un comentario